Las Redes Sociales: El Hobby Oficial del Ego
Artículo escrito por Javier Santos Fernández, experto en psique ejecutiva estratégica y CEO y fundador de ASTPO.
Seamos honestos: si las redes sociales fueran un deporte olímpico, la baja autoestima, junto con la crítica y el juicio compartirían la medalla de oro.
Las redes sociales están íntimamente relacionadas con el triángulo dramático de Karpman, donde quedamos atrapados en los roles de víctima, verdugo y salvador.
ROL DE VERDUGO: los que a partir de una publicación, hacen ciertos comentarios. ¡Zas! Ahí está el juez virtual listo para atacar: “¿Por qué se vistió así?”, “Yo nunca haría eso”.
Spoiler alert 🚨: ¡a nadie le importa!
El problema es que juzgar es el pasatiempo favorito del ego. Nos pone en un pedestal imaginario, donde somos perfectos, irreprochables y siempre superiores.
Mientras tanto, lanzamos flechas 🏹 de «opiniones sinceras» que nadie pidió, como si nuestra crítica construyera algo.
Muchas veces, juzgamos porque es más fácil señalar los defectos de los demás que enfrentarnos a los nuestros: ¿SER IMPERFECTOS?
¡NUNCA! ¡ANTES MUERTA QUE …!
Piénsalo: cuando alguien sube una foto y tú te apresuras a escribir “qué ridícula”, ¿a quién estás juzgando realmente?
Probablemente a esa parte de ti que no se atreve a mostrar lo que quiere porque teme al “qué dirán”. 🤔
Es como si nuestras inseguridades jugaran al escondite y el juicio fuera su forma de decir: “Aquí estoy, pero no quiero que me veas”.
ROL DE VÍCTIMA: La parte que vive obsesionada con ocupar un lugar en la vida de otros y muestra sus fotos constantemente: no solo se trata de autoestima baja, sino de un niño interior herido que grita: “¡Mírame! ¡Dime que valgo!” Ese niño, pegado a una imagen de rechazo o abandono, vive buscando aprobación porque sin la mirada del otro, su mundo se tambalea. 🌪️
ROL DE SALVADOR: los que dan apoyo a la víctima desde el sentimiento de pena y/o porque creen tener una visión superior. En el fondo buscan también ocupar un lugar en el otro y una validación.
En resumen:
1️⃣ Juzgamos porque aquello que señalamos en el exterior refleja nuestras propias heridas internas.
2️⃣ Intentamos salvar o rescatar a otros porque eso nos da una falsa sensación de superioridad o propósito.
3️⃣ Buscamos validación externa porque nuestro propio reflejo no nos satisface.
Cuando uno entra en uno de esos roles, desde su psiquismo «arrastra» a aquellos que complementan alguno de los otros roles.
Sin embargo, ni el juicio, ni la acción de salvar, ni la validación externa pueden llenar ese espacio que solo nosotros mismos podemos sanar: nuestro niño interior herido.
De hecho, perseguir estas estrategias nos aleja de lo que realmente necesitamos:
💡 empatía hacia nosotros mismos para aceptar nuestras imperfecciones.
💡 autoconocimiento para comprender nuestras heridas y trascenderlas.
Javier Santos Fernández. 🕳🕳
Conectando el inconsciente con el éxito personal